Imaginar, por ejemplo,
que las vendas que
no me dejan
respirar se resquebrajan. Imaginar
que la piel
comienza a descubrirse. Imaginar
que me quedo
desnuda. Imaginar
que me reconozco
en el espejo. Que
se quién soy.
Que no importa
lo que está más
allá, sólo ahora.
Imaginar que conjuro a las sombras.
1 comentario:
me gusta mucho como escribes, es muy intenso.
saludos
karla
www.karlafrechilla.com
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