Las imágenes especulares encierran, en su perfecta simetría, anomalías ocultas. Son el espacio de lo(s) otro(s) no dicho(s), lo deseante, y deseado. Atravesarlas, recorrerlas, descomponerlas, jugar, perder(se)

sábado, 19 de abril de 2008

No queda tiempo
despedazado tras
el amanecer oscuro.
No quedan refugios.
No queda la voz
que esperara
para arroparme.
Sólo me queda tu sombra.
Sólo,
sola.