Este es el paisaje de parte de mis mañanas, esas en las que soy yo sola, en las que no comparto mi rutina con nadie, en las que me hundo en textos y escritos. Es interesante ver cómo los paisajes cambian de significado; nunca lo asocié, hasta este otoño, a eso, a otoño, a lluvia, a soledad. Todo ello constituían rupturas en otra cotidianeidad, sol, playa, juegos. Ahora se han reconvertido en centro, junto con el silencio, que rompo a través de la tecnología.
Todavía no se si me importa, creo que no porque me permiten centrarme, releer, releerme, reescribir, pensar, transcribir, crear. Creo que no porque tengo otros paisajes a los que huir de vez en cuando, paisajes en los que no soy sola, en los que siento una extraña sensación de confortabilidad. Creo que no porque al fin y al cabo es, en cierto modo, hogar. Pero a pesar de ello el vacío del paisaje tiende a anegarme, no consigo liberarme del miedo que me produce, que me produzco. El vacío del paisaje entra por las rendijas y reverbera por las paredes de la casa, por el desorden de la casa, por un caos que evidencia que aún no estoy, del todo, aquí.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
jueves, 4 de diciembre de 2008
lunes, 1 de diciembre de 2008
Disfrutar de la tregua que se me ofrece. No preguntar por qué, aferrarme a esta bandera blanca y anegarme en lo que construye: refugios para las noches heladas al lado del cantábrico, huidas conjuntas hacia los abismos. Reírme, destrozarme el cuerpo por la risa, vacío incoherente donde todo vuelve a empezar.
Larisaauténticoanalgésicoparalatristeza.larisaextenuantemedevuelvealavida.
Larisaauténticoanalgésicoparalatristeza.larisaextenuantemedevuelvealavida.
martes, 20 de mayo de 2008
sábado, 19 de abril de 2008
jueves, 20 de marzo de 2008
martes, 11 de marzo de 2008
andando
sábado, 8 de marzo de 2008
Para no caer, agarrarse con fuerza
a las cosas pequeñas.
A los vales para organizar la pereza,
a crear talleres por los salones. Al olor del café
recién hecho. A que me lean el periódico, tirada
en un parque. A tus cosquillas irrespetuosas con
mi sueño, a mi sueño, irrespetuoso con el orden.
A quererte, los ratos que puedo,
los que aún quedan.
a las cosas pequeñas.
A los vales para organizar la pereza,
a crear talleres por los salones. Al olor del café
recién hecho. A que me lean el periódico, tirada
en un parque. A tus cosquillas irrespetuosas con
mi sueño, a mi sueño, irrespetuoso con el orden.
A quererte, los ratos que puedo,
los que aún quedan.
viernes, 22 de febrero de 2008
Imaginar el resto
lunes, 11 de febrero de 2008
microgeografías inventadas
tu cama, dividida en dos hemisferios que inventamos sobre la marcha, sueño/soledad, deseo/desesperanza, este/oeste, ¿racional/emocional?
tu cama, atada al ecuador por la fragilidad de las caricias,
saltar, de un lado a otro, para evitar desgajarnos
la tristeza, dejarla
fuer(z)a
para resistir
a la mañana
tu cama, atada al ecuador por la fragilidad de las caricias,
saltar, de un lado a otro, para evitar desgajarnos
la tristeza, dejarla
fuer(z)a
para resistir
a la mañana
viernes, 8 de febrero de 2008
fragmentos rápidos
por la noche, cuando no podemos dormir, y recomponemos camas rotas, y hablamos, y nos miramos, y los resabios de la fiesta todavía crepitan por nuestro cuerpo, las palabras se convierten en dentelladas refulgientes, en sacos de furiosa verdad contra la que luchar, en dolor encriptado bajo la polisemia de nuestros ojos. No nos decimos, y no paramos de contarnos. Me miras, miras al techo, el techo que baja, que cada vez está más cerca de nosotros, el techo sin luz y con tristeza. Yo no te miro, pero te agarro la mano, no dejamos de tocarnos, aunque sea milimétricamente, es una especie de miedo a desgarrarnos si dejamos de sentir que estamos, ahí, los dos. No te miro y te siento, y te digo que es extraño, estar feliz y triste a la vez, estar feliz por ser, y sin embargo no dejar de sentir un cierto peso indescriptible que siempre va a estar ahí, que no desaparece, ni aunque te mire, ni aunque sepa que ese momento, porque ya no estará ahí, ahora, es infinito. Después me dices, que quiero demasiado a la gente, por no decirme que te quiero demasiado a tí, por no decirme que te pesa saberlo. Como si fuera posible contabilizar el amor. Te quiero así, porque no se querer de otra manera, pero te quiero con cierto odio también, por la fiereza y torpeza que soy, torito dirán algunos. Te quiero infiel, porque quiero a otros también, aunque no lo sepas, aunque no lo veas. Y te aprieto la mano fuerte para que no te escapes, para que no desaparezcas, para que no dejes de ser.
Llegan las diez, me levanto y me voy. Me pierdo en la mañana y en el metro, y en el ruido. Odio a la gente en estas circunstancias. Me da miedo estar sola.
Llegan las diez, me levanto y me voy. Me pierdo en la mañana y en el metro, y en el ruido. Odio a la gente en estas circunstancias. Me da miedo estar sola.
miércoles, 6 de febrero de 2008
martes, 5 de febrero de 2008
miércoles, 30 de enero de 2008
lunes, 28 de enero de 2008
Quiero que te lleves todo lo que sobra,
que dejes fuera de la habitación los saldos de nuestros sueños,
apartar de la rutina remanente pasos en falso.
Quiero acabar con los excedentes pervertidos de las palabras,
terminar con cualquier rastro de liturgia.
Quiero, por fin, dejarme de historias,
llegar por fin,
vivirte sin dramas.
que dejes fuera de la habitación los saldos de nuestros sueños,
apartar de la rutina remanente pasos en falso.
Quiero acabar con los excedentes pervertidos de las palabras,
terminar con cualquier rastro de liturgia.
Quiero, por fin, dejarme de historias,
llegar por fin,
vivirte sin dramas.
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