Las imágenes especulares encierran, en su perfecta simetría, anomalías ocultas. Son el espacio de lo(s) otro(s) no dicho(s), lo deseante, y deseado. Atravesarlas, recorrerlas, descomponerlas, jugar, perder(se)

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Este es el paisaje de parte de mis mañanas, esas en las que soy yo sola, en las que no comparto mi rutina con nadie, en las que me hundo en textos y escritos. Es interesante ver cómo los paisajes cambian de significado; nunca lo asocié, hasta este otoño, a eso, a otoño, a lluvia, a soledad. Todo ello constituían rupturas en otra cotidianeidad, sol, playa, juegos. Ahora se han reconvertido en centro, junto con el silencio, que rompo a través de la tecnología.
Todavía no se si me importa, creo que no porque me permiten centrarme, releer, releerme, reescribir, pensar, transcribir, crear. Creo que no porque tengo otros paisajes a los que huir de vez en cuando, paisajes en los que no soy sola, en los que siento una extraña sensación de confortabilidad. Creo que no porque al fin y al cabo es, en cierto modo, hogar. Pero a pesar de ello el vacío del paisaje tiende a anegarme, no consigo liberarme del miedo que me produce, que me produzco. El vacío del paisaje entra por las rendijas y reverbera por las paredes de la casa, por el desorden de la casa, por un caos que evidencia que aún no estoy, del todo, aquí.

4 comentarios:

Miss Violence dijo...

Querida María, te abrazo enorme desde aquí, puedo sentir eso que escribes, es tan extraña la sensación de saber y no saber, esa especie de limbo en el que se convierten los espacios conocidos cuando algo falta. El transcurso de los días es lo unico que pasa y parece que no pasa nada. Te quiero mucho hermosa, te abrazo más. Sayak

AIRAM dijo...

Te devuelvo el abrazo, y unos cuantos besos dulces y feroces a la vez. Si, es eso que dices, es a veces no reconocer lo más cotidiano, no saber cómo crear lazos con el espacio porque hay cosas que se rompen y que cuesta recomponer. En eso estoy, y a ratos funcionan los intentos. Yo también te quiero hermosa! Y ya pronto iré por Madrid de visita, así que espero verte.

Silencio dijo...

Niña, cuando la soledad te anegue, sabes que sólo tienes que marcar un número de teléfono donde encontrarás a todas las hetairas. ¡Te echamos mucho de menos!

Alicia M. dijo...

Ese paisaje va a cambiar en breve, porque lo llenaremos tus amigüitos Peter Pan y Campanilla que vamos a pasar un día contigo a Gorliz!!! ¿A que nos invitas, guapetona?
muxus